Durante las infecciones, se recomienda la lactancia, incluso durante la fiebre y la secreción nasal. Protege al bebé contra las infecciones. Sin embargo, existen enfermedades que impiden la lactancia materna. Comprueba cuándo puedes y cuándo no debes alimentarle naturalmente.
Puede lactar incluso si:
Sufres de varias infecciones virales y bacterianas del tracto respiratorio (por ejemplo, amigdalitis, gripe).
Padeces diabetes, hipertiroidismo o hipotiroidismo.
Eres portadora de hepatitis A o C, e incluso B después de vacunar al bebé.
Sufres de mastitis (está indicada la lactancia frecuente).
Los métodos de tratamiento son muy importantes. Algunos medicamentos pueden ser peligrosos para el bebé y, si es posible, deben reemplazarse con alternativas seguras. Use remedios naturales: inhalaciones de hierbas de manzanilla, salvia y menta, té de frambuesa, jarabe de cebolla, jengibre, limón (si su hijo no es alérgico a los cítricos). En lo que respecta a los analgésicos, puede tomarlos de forma segura a base de paracetamol o ibuprofeno. La mayoría de los antibióticos también son seguros durante la lactancia, pero nunca debe tomarlos sin consultar a su médico.
Durante la lactancia no debes tomar aspirinas, metamizol o medicamentos que contengan pseudoefedrina. Las drogas anticancerígenas y radioactivas también están prohibidas. Antes de tomar cualquier medicamento debes consultar a tu médico.
No puedes lactar si:
Sufres de tuberculosis activa, antes de la implementación de un tratamiento efectivo (es posible lactar después de 4 semanas de tratamiento).
Estás infectada con el VIH.
Tienes lesiones infecciosas en el pecho como resultado de, por ejemplo, herpes o sífilis.
Estás infectada con citomegalovirus: con esta enfermedad no puedes lactar a un bebé prematuro, pero no hay contraindicaciones parahacerlo con un bebé que ha nacido en su fecha.
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